lunes, 30 de marzo de 2009

Suci y Suca

Esto le pasó a una amiga de una amiga...Pero me lo contó su vecina intrusa.

Sabía que lo que estaba a punto de hacer no era la idea más inteligente que se le había ocurrido. Pero como buena mujer, era porfiada y marcó el número. Tonta, tonta, tonta. ¡Cuelga ahora!. Ni ahí con parecer arrastra', si total lo único que quería era una inocente reunión con suci (su cigarro) y suca (su café) con un colega que quizás estaba más ahí de lo que él creía (porque ella estaba segura de que él estaba seguro que sentía cosas por ella).

-Aló, ¿con quién hablo?- Mi amiga se congela y abre los ojos en su máximo esplendor. ¡¡Cómo no tenía su teléfono registrado el muy desgraciado!!, ¡¡¡qué verguenza!!!, ahora debía presentarse...
- Hola...eeeeeh.....¿hablo con Julián? Soy yo, la Cata.
- Ahhhh- respondió con toda la normalidad del mundo mientras a mi amiga le estaban dando mil infartos simultáneos- ¿Cómo estai'?
- Bien...oye te quería invitar un café- se la tiró de una, ni siquiera la pensó dos veces. Total...lo estaban invitando al perla, na' que perder
- Ya dale, tu me avisas la hora y el día, cuídate- Y cortó el teléfono como si nada. Cuando mi amiga me dice esa frase, yo automáticamente pienso: ¡Pelota!, si ya es dificíl invitar a alguien, no compliquemos más la situación y digamos los detalles de una y sin rodeos.

Después de trámites relacionados con qué me pongo, me veo gorda, enchularse el pelo en la casa para que no se notara tanto la producción, llegó el big day. Y sí...llegó atrasada 10 minutos para seguir la regla de oro de nunca llegar antes que él (en ese momento se le fue toda la iniciativa femenina que había tenido unos días antes). Ahí estaba esperándola con un suci. Juntos pidieron suca. Hablaron como si no se hubiesen visto el 4 meses. Pero ella sabía que se habían mirado fugazmente unas cuantas veces más.

La tarde transcurrió sin minutos. Cuando la última gota de café fue tomada, pidieron la cuenta. Ella invita, ella paga. Obviamente, él insistió en pagar. Pero la que sabe, sabe. "Yo te invito ahora, pero tú invitai' a la próxima". Próximo martes, a la misma hora, ahora yo te llamo. ¡Misión cumplida Cata!

Fotografía extraída del sitio: www.fotolog.com/coffee_cigarrete

lunes, 23 de marzo de 2009

La vida mallidiana

-Aiii amiguiii te morí la polera que vi en Zara ¡¡¡¡¡Es que te juro que este fin de semana mato!!!!Le voy a decir a mi papá que me la compre todo el rato, me voy a ver topísima-

Para qué mentir. Cuando escuché la conversación entre estas dos niñas de pitillos de colores y pelo claro que había estado observando durante largo rato - estaba esperando a alguien- me sentí identificada, y como yo…muchas más, así que no hay sentimiento de culpa. Yo también quería la polera de la última colección otoño invierno que había traído la marca española.

De repente me surgió la duda, ¿será que mi vida se ha convertido en mallidiana? Si quiero ropa, juntarme con alguien, tomar un café, ir al cine, o simplemente ir a pasear, ¡voy al mall! Y yo que siempre creí que todos los caminos iban a Roma…

Cuando me puse a recorrer el lugar, en una de mis tantas visitas semanales, tuve que analizar más críticamente la obsesión que tienen muchas personas- bueno, y en esto me incluyo- en relación a éste. Porque qué mejor descanso que ir a codearse con una multitud de gente, cual estampida de elefantes, luego de un ocupado día o tomarse un exquisito café acompañado del infaltable cigarro sin la necesidad de prender siquiera uno, porque el lugar para fumadores en cualquier local es tan chico que la humareda que se forma en el techo sirve para aspirar tabaco gratis.

Al final, todos tenemos un poco mallidianos en nuestras vidas. ¡El que no ha pisado nunca un mall y no le ha gustado darse un lujito, que tire la primera piedra! (ojalá envuelta en un vestido Lacoste). No obstante, otra cosa es enviciarse con las idas al susodicho establecimiento y convertirse en un consumista empedernido que necesita de vivir de las comprar para sobrevivir. Aunque pensándolo bien, todos tenemos nuestros pequeños vicios… ¿Eso no es malo o sí?